Por: Mundo en Conflicto

El Tribunal Supremo de Kenia ha ratificado este jueves la autorización del Gobierno para desplegar al Ejército con el fin de reforzar las tareas de la Policía en la contención de las intensas protestas que sacuden al país. Estas manifestaciones, provocadas por una polémica reforma fiscal, han dejado decenas de muertos en los últimos días.

El fallo del tribunal, sin embargo, establece que el Gobierno del presidente William Ruto debe precisar en un plazo de dos días el alcance y la duración de esta medida de excepción. Aunque se reconoce la justificación de la presencia militar, un despliegue generalizado podría "militarizar el país" de manera peligrosa, según advirtió el juez Lawrence Mugambi. El juez también subrayó la necesidad de que el plan se publique y esté accesible a los ciudadanos, permitiéndoles denunciar cualquier incumplimiento de sus puntos, informó el diario 'The Standard'.

Este jueves, la capital, Nairobi, despertó con un notable despliegue militar después de semanas de protestas que se han extendido por todo el país y han resultado en más de una decena de muertes. Las autoridades, en un esfuerzo por minimizar los daños, han pedido a las Fuerzas Armadas que tomen medidas para evitar escenas como las de principios de semana, cuando los manifestantes irrumpieron en el Parlamento y prendieron fuego al edificio.

Los manifestantes, que han renovado su oposición a Ruto, se congregaron en el centro de Nairobi para rendir homenaje a los fallecidos durante las protestas. Aunque algunos sugirieron marchar hacia la residencia del presidente, la Policía logró impedirlo. En otros lugares del país, como la provincia de Kilifi, los manifestantes bloquearon una autopista y levantaron barricadas, lo que llevó a las autoridades locales a desplegar también al Ejército en estas zonas para restablecer el tráfico.

En un intento de calmar la situación, el presidente Ruto anunció el miércoles que no firmará la controvertida ley y que esta será retirada, lo que abre la puerta a un nuevo diálogo sobre futuros cambios en el presupuesto. Con esta declaración, Ruto busca tender la mano tanto a los partidos políticos como a la sociedad civil, en busca de una solución pacífica a la crisis actual.