Por: Mundo en Conflicto

El aborto ha surgido como un tema central en la contienda electoral entre Donald Trump y Joe Biden, dos años después de que la Corte Suprema de Estados Unidos revocara el derecho constitucional a la interrupción del embarazo.

El 24 de junio de 2022, la Corte Suprema, reconfigurada durante la administración de Trump, anuló la sentencia que garantizaba el derecho federal al aborto, dejando la legislación en manos de cada estado.

Ese mismo día, varios estados prohibieron el aborto en su territorio, forzando el cierre o la reubicación de clínicas. Actualmente, el país está dividido entre una veintena de estados que han impuesto prohibiciones o restricciones, principalmente en el sur y el centro, y los estados costeros, que han mantenido o reforzado el derecho al aborto.

La decisión de la Corte Suprema ha tenido fuertes repercusiones políticas: los conservadores han perdido casi todos los referendos o votaciones sobre el derecho al aborto, incluso en estados como Ohio, Alabama y Kansas. "El movimiento proaborto ha descubierto que a los estadounidenses les importa el derecho al aborto mucho más de lo que habían previsto", afirma Mary Ziegler, profesora de derecho en la Universidad de California.

Kamala Harris en Primera Línea

Los demócratas esperan que este tema les aporte votos, especialmente entre mujeres y jóvenes, de cara a las elecciones presidenciales de noviembre. El presidente Biden, un católico practicante que históricamente ha sido prudente en este tema, se ha convertido en un defensor del derecho al aborto.

"Donald Trump es el único responsable de esta pesadilla", declaró Biden en un comunicado reciente. Su equipo de campaña lanzó un video en el que una mujer culpa a Trump de haberle negado tratamiento en Luisiana tras un aborto espontáneo a las 11 semanas de embarazo.

La vicepresidenta Kamala Harris, la primera mujer en ocupar este cargo en Estados Unidos, ha estado recorriendo el país para movilizar a los demócratas sobre este tema. Este lunes estará en Arizona, un estado clave para las elecciones presidenciales. Recientemente, Arizona ha sido escenario de intensos debates sobre una ley de 1864 que prácticamente prohibía el aborto y que finalmente fue derogada por su gobernadora demócrata.

Los demócratas también han promovido minirreferendos sobre el aborto en varios estados cruciales, coincidiendo con las elecciones presidenciales. La estrategia es simple: movilizar a votantes prodemócratas que de otro modo podrían no votar.

La Ambigüedad de Trump

Las encuestas respaldan esta estrategia. Según un sondeo de Fox News, el 47% de los votantes considera que el tema del aborto es "extremadamente importante" al decidir entre Biden y Trump.

Trump enfatiza que la decisión de la Corte Suprema fue posible gracias a los jueces que él nombró, pero mantiene una postura ambigua sobre el tema. "Debéis seguir vuestro corazón en este asunto, pero recordad que también debéis ganar elecciones", dijo Trump en un mensaje de video a principios de abril.

Por ejemplo, el candidato republicano no está haciendo campaña con la promesa, muy impopular, de prohibir el aborto en todo el país mediante una ley federal, como desean algunos sectores de la derecha religiosa. "Lo mejor que puedes hacer si tu postura es impopular (...) es no aclararla", señala la profesora Mary Ziegler.

Por estas razones, es probable que Biden ataque a su rival en este tema durante el primer debate entre ambos, previsto para el jueves por la noche.