Por: Braian Villagra

El reciente intento de asesinato contra el Primer Ministro de Eslovaquia, Robert Fico, ha sacudido a la nación de 5.4 millones de habitantes, miembro tanto de la Unión Europea como de la OTAN. El ataque, perpetrado esta semana por un individuo aún identificado como el poeta Juraj Cintula, de 71 años, ha dejado al líder político hospitalizado desde el miércoles.

A pesar del grave incidente, el viceprimer ministro Robert Kalinak aseguró en una declaración el domingo que la vida de Fico ya no corre peligro, aunque su estado sigue siendo delicado y requiere cuidados intensivos. Fico, de 59 años, recibió cuatro disparos, uno de ellos en el abdomen, mientras saludaba a sus partidarios tras una reunión del gobierno en la ciudad de Handlova, en el centro del país.

Los informes indican que el presunto atacante fue acusado de intento de asesinato premeditado y fue puesto en prisión preventiva el sábado. Sin embargo, las autoridades no descartan la posibilidad de que el agresor no haya actuado solo, y están investigando la hipótesis de que pudiera haber contado con cómplices.

El ministro del Interior, Matus Sutaj Estok, reveló que uno de los disparos estuvo a pocos centímetros de alcanzar el hígado del Primer Ministro. Además, informó que la policía está considerando la teoría de que el agresor pudo haber compartido sus intenciones con alguien más, basándose en la eliminación de historiales y comunicaciones en las redes sociales del presunto autor mientras estaba bajo custodia.

Robert Fico, quien ya había ocupado el cargo de Primer Ministro en dos períodos anteriores, volvió al poder tras la victoria de su partido populista de centro, el Smer-SD, en las elecciones generales del año pasado. Su regreso estuvo marcado por promesas de paz entre Rusia y Ucrania, así como el cese del envío de ayuda militar a Kiev, propuestas que habían resonado entre los electores.

El intento de asesinato contra Fico ha generado un clima de tensión en un país que ha enfrentado divisiones políticas significativas en los últimos años. La estabilidad del gobierno y la seguridad del líder eslovaco son motivo de preocupación en una nación que busca mantener su lugar en la comunidad internacional.