América | 27 abr 2024
La disputa por el Atlántico Sur
Malvinas: Inquietud en el Reino Unido por la compra de los F-16 por parte de Argentina
Legisladores británicos han exigido respuestas sobre las capacidades defensivas en el Atlántico Sur a los funcionarios de Defensa en relación a la reciente compra de aviones de combate por parte de Argentina.
Por: Braian Villagra
En medio de la reciente adquisición por parte de Argentina de aviones de combate F-16 procedentes de Dinamarca, han surgido preocupaciones en Londres sobre la idoneidad de las defensas aéreas en las Islas Malvinas. Este hecho ha desencadenado un debate tanto en el ámbito político como en el militar sobre la postura de defensa del Reino Unido en el Atlántico Sur.
Durante una sesión del Comité de Asuntos de Irlanda del Norte, presidido por el diputado Robert Buckland, se planteó una pregunta crítica al Secretario de Estado de Defensa, solicitando aclaraciones sobre la situación actual de la defensa británica en la región. En respuesta, el Ministro de Estado del Ministerio de Defensa y Ministro de las Fuerzas Armadas, Leo Docherty, aseguró que se realiza una evaluación constante de la preparación de la defensa para hacer frente a diversos escenarios.
Docherty reafirmó el compromiso del Reino Unido de garantizar la seguridad de las Islas Malvinas y explicó que la postura de defensa en el Atlántico Sur se revisa periódicamente para adaptarse a los acontecimientos relevantes. Según sus palabras, la presencia militar actual en la región se considera adecuada para la defensa de las Islas.
La base RAF Mount Pleasant, que sirve como un importante puente aéreo entre las islas y el Reino Unido, alberga una variedad de fuerzas británicas, incluyendo una compañía de infantería, una batería de defensa aérea, aviones de combate Typhoon y, normalmente, una patrullera de la Royal Navy.
Argentina aumenta su defensa aérea
Hace unas semanas, Argentina ha firmado oficialmente un acuerdo para adquirir 24 aviones F-16A/B antiguos daneses, junto con una serie de misiles. El Ministro de Defensa argentino, Luis Petri, lideró esta histórica firma, que marca el retorno del país sudamericano a la capacidad de interceptación supersónica después de varios años.
Este acontecimiento ha puesto de manifiesto la importancia estratégica de las Islas Malvinas en el contexto geopolítico regional, y ha suscitado debates sobre las estrategias de defensa y seguridad en la región del Atlántico Sur.