Por: Mundo en Conflicto

En Vietnam, el sistema judicial ha emitido un veredicto sin precedentes en el caso de Truong My Lan, una empresaria de 67 años acusada de protagonizar el mayor escándalo de fraude en la historia del país. Lan ha sido condenada a la pena capital por su papel en un esquema delictivo que involucra al Banco Comercial de Saigón (SCB) y asciende a unos asombrosos 12.500 millones de dólares.

Los jueces del tribunal de Ho Chi Minh emitieron la sentencia tras un largo proceso judicial en el que Lan fue encontrada culpable de una serie de delitos financieros, que incluyen sobornos, violaciones de regulaciones bancarias y malversación de fondos. Esta decisión judicial ha sacudido al país, que se encuentra en medio de una intensa campaña anticorrupción dirigida por el Partido Comunista de Vietnam.

El caso de Lan ha generado un gran revuelo en el país, no solo por la magnitud del fraude, sino también por la forma en que se llevó a cabo. Se descubrió que Lan utilizó una red de testaferros y empleados para tomar el control del 91% del Banco Comercial de Saigón y desviar enormes sumas de dinero a través de préstamos a empresas ficticias durante un período de diez años.

Este escándalo financiero ha tenido un impacto significativo en la economía vietnamita. Los 304 billones de dong desviados representan aproximadamente el 3% del PIB del país en 2022, lo que lo convierte en uno de los mayores fraudes financieros en la región. Además, las autoridades estiman que los daños totales causados por el fraude podrían ascender ahora a 27.000 millones de dólares.

Tras su detención en 2022, se han confiscado más de 1.000 propiedades pertenecientes a Truong My Lan, quien había acumulado una vasta fortuna en el sector inmobiliario y ocupaba el cargo de presidenta del Grupo Van Thinh Phat. Su caso es solo uno de los muchos que han surgido en el contexto de la campaña anticorrupción liderada por el Partido Comunista de Vietnam.

La sentencia de muerte contra Lan envía un claro mensaje sobre la determinación del gobierno vietnamita de combatir la corrupción en todos los niveles. Sin embargo, también plantea preguntas sobre la efectividad de las medidas preventivas y de supervisión que podrían haber evitado que un fraude de tal magnitud ocurriera en primer lugar. Este caso, que ha capturado la atención del público y de los medios de comunicación, sin duda tendrá repercusiones duraderas en el futuro político y económico de Vietnam.