Por: Mundo en Conflicto

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hizo eco del posicionamiento de España respecto al conflicto en Oriente Medio. En su intervención el pasado miércoles en el Parlamento de Madrid, Sánchez anunció el respaldo de España al reconocimiento de un Estado palestino y arremetió contra las acciones del gobierno israelí en Gaza.

"España está dispuesta a reconocer el Estado palestino", afirmó el primer ministro socialista, destacando la importancia geopolítica de Europa en esta decisión. Sánchez reveló haber mantenido conversaciones con líderes de Irlanda y Malta para impulsar este paso crucial en la arena internacional.

El presidente español argumentó que el reconocimiento es necesario "porque la mayoría social lo exige, va en interés geopolítico de Europa y porque la comunidad internacional no puede ayudar al Estado palestino si no lo reconoce".

Además de respaldar el reconocimiento del Estado palestino, Sánchez no escatimó críticas hacia el gobierno israelí del Primer Ministro Benjamín Netanyahu. Condenó enérgicamente lo que describió como una respuesta "completamente desproporcionada" a los ataques terroristas de Hamás, alertando sobre las consecuencias de desestabilización en la región y más allá.

El mandatario español también hizo hincapié en las devastadoras condiciones humanitarias en Gaza, donde, según sus palabras, "más de 33.000 muertes han ocurrido, un millón de civiles sufren hambre cada día, medio millón enfrenta ansiedad o depresión, y diez niños pierden una extremidad diariamente".

Las declaraciones de Sánchez generaron una reacción airada por parte de Israel, que llamó a consultas a su embajador en España y convocó al embajador español en Israel ante el Ministerio de Asuntos Exteriores. Mientras tanto, Estados Unidos intensificó la presión sobre Israel para aceptar un alto el fuego en Gaza.

El conflicto en Gaza se desató tras lo que Israel consideró como la peor masacre en su historia, perpetrada por terroristas de Hamás y otros grupos extremistas el pasado 7 de octubre cerca de la frontera. Más de 1.200 personas perdieron la vida y 250 fueron tomadas como rehenes en la Franja de Gaza.

A pesar de las presiones internacionales, Netanyahu sigue rechazando la idea de un Estado palestino y la solución de dos Estados, desafiando incluso las insistencias de aliados como Estados Unidos en su implementación.