Por: Mundo en Conflicto

La policía brasileña ha presentado recomendaciones para procesar al expresidente Jair Bolsonaro por su presunta participación en un caso de falsificación de certificados de vacunación contra el COVID-19. Este desarrollo legal aumenta la presión sobre Bolsonaro, cuya defensa ha rechazado categóricamente cualquier implicación en el asunto.

Según un informe publicado el martes por la Policía Federal, Bolsonaro y otras 16 personas estarían involucradas en un esquema para la emisión de "certificados ideológicamente falsos", con el objetivo de obtener beneficios indebidos relacionados con la evasión de medidas sanitarias durante la pandemia.

El expresidente, conocido por sus posturas escépticas hacia el COVID-19, admitió públicamente que no se ha vacunado. Sus abogados defensores han argumentado que esto demuestra su inocencia en el caso, afirmando que Bolsonaro nunca recibió ninguna vacuna contra el virus por convicción personal.

Las acusaciones contra Bolsonaro incluyen delitos de "asociación criminal" e "inserción de datos falsos en el sistema público", ambos con penas de cárcel. Sin embargo, la defensa del exmandatario niega que este haya ordenado o tenido conocimiento de la creación de certificados de vacunación falsos para él y su hija, atribuyendo su existencia a la iniciativa de terceros.

Ahora, la Fiscalía General de la República tiene un plazo de 15 días para pronunciarse sobre las recomendaciones de la investigación, que ha involucrado a otras figuras cercanas a Bolsonaro, incluido su exayudante Mauro Cid, quien supuestamente introdujo información falsa en el sistema de vacunación a petición del expresidente.

Cid, quien fue detenido preventivamente en mayo de 2023 por su presunta implicación en el caso, ha sido puesto en libertad meses después tras colaborar con las autoridades. Según informes policiales, otros colaboradores de Bolsonaro, así como médicos, funcionarios sanitarios y militares, también habrían participado en el esquema de falsificación de certificados.

Este nuevo escándalo se suma a las investigaciones en curso contra Bolsonaro, incluida una por su presunta participación en un plan golpista tras perder las elecciones. Aunque la Contraloría de Brasil determinó en enero pasado que el certificado de vacunación de Bolsonaro era falso, la investigación sobre la autoría de los hechos ha sido cuestionada y podría archivarse por falta de pruebas.

El expresidente, quien ya fue inhabilitado para postularse a cargos electorales durante ocho años por desinformar sobre el sistema de votación, enfrenta así un nuevo desafío legal que podría tener repercusiones significativas en su futuro político y en la estabilidad del país.