Por: Mundo en Conflicto

El trágico suceso ocurrió el pasado domingo en la aldea de Essakane y fue calificado como un "ataque terrorista" por el abad Jean-Pierre Sawadogo, vicario general de la diócesis católica de Dori, donde se llevó a cabo la embestida. Según el comunicado emitido, 12 personas perecieron en el lugar, mientras que otras tres fallecieron posteriormente mientras recibían asistencia médica por sus lesiones.

El tiroteo se suma a una serie de ataques en una región donde diversos grupos armados han sembrado el pánico. Algunos de estos ataques han apuntado a iglesias cristianas, mientras que otros han implicado el secuestro de religiosos.

Burkina Faso enfrenta una crisis profunda, con aproximadamente la mitad del territorio fuera del control gubernamental debido a la actividad de grupos armados. Estos grupos han causado estragos durante años, cobrándose miles de vidas y desplazando a más de dos millones de personas, lo que pone en peligro la estabilidad de la nación. Es importante destacar que Burkina Faso sufrió dos golpes de estado en el año 2022.

Las autoridades militares del país han luchado por restablecer la paz en las zonas más convulsas desde el primer golpe de estado en enero de 2022. Según un informe de agosto de 2023 del Centro Africano de Estudios Estratégicos, el número de víctimas mortales a manos de grupos armados casi se ha triplicado en comparación con los 18 meses anteriores.

La situación se ve agravada por las fronteras permeables del país con Mali y Níger, ambos también bajo gobierno militar y enfrentando crisis de seguridad similares. La comunidad internacional observa con inquietud el deterioro de la situación en Burkina Faso y los desafíos que enfrenta para restaurar la paz y la estabilidad en la región.