Por: Mundo en Conflicto

En un contexto internacional cada vez más inestable, Suecia ha decidido dar un paso firme para fortalecer su defensa. El gobierno anunció el martes un plan para aumentar el tamaño de sus fuerzas armadas en aproximadamente 27.000 hombres y mujeres para 2030, lo que llevará el número total de efectivos a 115.000, incluidos soldados profesionales y reclutas. Esta expansión va de la mano con un incremento sustancial del gasto en defensa, reflejando el compromiso del país de mejorar su capacidad militar en un momento crucial.

La decisión se enmarca en una serie de medidas adoptadas por la coalición de centroderecha, que en septiembre pasado adelantó su intención de destinar 170 mil millones de coronas suecas (equivalentes a 16.410 millones de dólares) adicionales al presupuesto anual de defensa durante los próximos cinco años. Con esta inyección de recursos, el gasto alcanzará el 2,6% del PIB en 2028, frente al 2,2% previsto para este año. Según explicó el ministro de Defensa, Pal Jonson, esta política busca incrementar la resistencia del país ante las crecientes amenazas globales, y subrayó la urgencia de actuar rápidamente, especialmente ahora que Suecia se ha convertido en el miembro más reciente de la OTAN.

Reacción ante el contexto global

Jonson, en una conferencia de prensa, enfatizó que el refuerzo de la defensa sueca es una respuesta directa a los cambios en el panorama internacional, particularmente a la invasión rusa en Ucrania. "Debemos estar preparados para responder con mayor fuerza y eficacia a las transformaciones que ocurren en el mundo", afirmó. El ministro explicó que la situación actual exige una capacidad de reacción rápida y eficiente para proteger la soberanía y los intereses nacionales.

El aumento del presupuesto de defensa, que será de un 10% para el próximo año y alcanzará los 138 mil millones de coronas, se traducirá en una serie de mejoras en las tres ramas de las fuerzas armadas. Este gasto representará un 2,4% del PIB sueco, una cifra que se alinea con los objetivos de la OTAN para sus miembros.

Modernización y nuevas adquisiciones

La Armada sueca tiene planes para modernizar sus cinco corbetas clase Visby, dotándolas de sistemas de defensa aérea avanzados, y también ha iniciado el proceso para adquirir tres corbetas clase Lulea de mayor tamaño, lo que aumentará su capacidad operativa en el mar. Por su parte, la Fuerza Aérea incorporará tres aviones de vigilancia Globaleye y actualizará su flota con una nueva versión del caza JAS Gripen, además de sumar helicópteros Black Hawk. 

En tierra, el Ejército reforzará sus filas con más tanques, vehículos blindados, drones y sistemas de artillería Archer adicionales, lo que le permitirá mejorar su capacidad de respuesta en conflictos de alta intensidad. 

Un paso decisivo en la seguridad nacional

El plan de expansión de las fuerzas armadas suecas marca un punto de inflexión en la política de defensa del país. La decisión de destinar más recursos para reforzar la capacidad militar no solo responde a las presiones internacionales, sino también al deseo de Suecia de asumir un papel más activo en la seguridad europea. A medida que el país se integra plenamente en la OTAN, el aumento del gasto militar y la modernización de sus fuerzas armadas lo posicionan como un actor clave en la defensa de la región nórdica y el Mar Báltico.

Con estas iniciativas, Suecia busca enviar un mensaje claro: la seguridad y la defensa son prioridades estratégicas en un mundo cada vez más volátil. El fortalecimiento de su capacidad militar no es solo una cuestión de seguridad nacional, sino también un compromiso con sus aliados y con la estabilidad de Europa.