Por: Mundo en Conflicto

El primer ministro libanés, Najib Mikati, anunció este martes la disposición del gobierno para incrementar el despliegue militar en el sur del país, en caso de que se logre un alto el fuego con Israel. Las fuerzas israelíes han estado combatiendo en la región fronteriza contra el movimiento Hezbolá, en un conflicto que ya lleva más de tres semanas.

En declaraciones recientes, Mikati subrayó que existen "esfuerzos serios" por parte de la comunidad internacional para poner fin a las hostilidades. "El Estado libanés está dispuesto a imponer su soberanía en todo el territorio nacional", afirmó, refiriéndose a las resoluciones internacionales que regulan la presencia militar en la zona sur, particularmente la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU. Esta normativa, emitida en 2006 tras la guerra entre Israel y Hezbolá, establece que en el área solo deben operar las Fuerzas Armadas Libanesas y la misión de paz de la ONU.

Actualmente, el ejército libanés cuenta con 4.500 soldados en el sur, pero el mandatario manifestó que el gobierno se prepara para elevar esa cifra a entre 7.000 y 11.000 efectivos si las condiciones lo permiten. Este refuerzo busca garantizar el control del territorio y evitar una escalada mayor en el conflicto.

Por su parte, el ejército israelí ha señalado que ha realizado incursiones en territorio libanés desde el 30 de septiembre, una práctica que Mikati describió como "avances y retrocesos", ya que los soldados israelíes "entran y salen" del área disputada.

En paralelo a estas tensiones en la frontera, el gobierno libanés ha reforzado las medidas de seguridad en el aeropuerto internacional de Beirut, como parte de un esfuerzo más amplio para proteger la infraestructura clave del país y prevenir incidentes en medio de la creciente inestabilidad regional.

Las declaraciones de Mikati se producen en un contexto de alta preocupación por el posible agravamiento del conflicto, mientras que la comunidad internacional intensifica sus esfuerzos diplomáticos para evitar una nueva guerra abierta en la región.