Por: Mundo en Conflicto

En un mensaje directo a los libaneses, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, amenazó el martes con infligir una "destrucción" comparable a la de Gaza si no logran liberar a su país de la influencia de Hezbollah. Este pronunciamiento se produce en medio de una intensificación de la ofensiva terrestre del ejército israelí contra el movimiento islamista proiraní en el sur de Líbano.

"Liberen a su país de Hezbollah para que esta guerra pueda terminar", declaró Netanyahu en un video en inglés dirigido a la población libanesa. Con un tono belicoso, agregó que de lo contrario, enfrentarán "una destrucción y un sufrimiento como los que vemos en Gaza", donde la campaña militar israelí contra el movimiento islamista palestino Hamás ha resultado en decenas de miles de muertes desde su inicio hace más de un año.

Netanyahu también mencionó la reciente eliminación de Hasán Nasralá, el líder de Hezbollah, quien fue asesinado en un ataque israelí el 27 de septiembre en los suburbios del sur de Beirut. "Eliminamos a Nasralá y a su reemplazo, así como al reemplazo de su reemplazo", enfatizó.

En consonancia con esta línea dura, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, declaró que Hezbollah se encuentra actualmente como una "organización quebrada" debido a los intensos bombardeos que han sufrido.

Sin embargo, a pesar de los golpes recibidos por parte de Israel, tanto Hezbollah como Hamás continúan lanzando cohetes hacia territorio israelí, que limita al sur con la Franja de Gaza y al norte con Líbano. En respuesta, el ejército israelí anunció que la división 146 había comenzado el lunes "operaciones limitadas, localizadas y selectivas contra objetivos terroristas e infraestructuras de Hezbollah en el suroeste de Líbano", en la costa del Mediterráneo. Esta es la cuarta división que Israel ha desplegado desde que comenzó su ofensiva terrestre en el sur del Líbano el 30 de septiembre.

La escalada del conflicto entre Israel y Hezbollah genera preocupación en la comunidad internacional, que teme una expansión de la violencia en la región y un impacto aún mayor en la ya devastada población civil.