Por: Mundo en Conflicto

La ministra catarí de Cooperación Internacional, Lolwah Al Khater, anunció este martes desde Beirut la apertura de un puente aéreo que permitirá el envío de ayuda humanitaria, médica y alimentaria al Líbano, país devastado por el conflicto abierto entre Israel y el grupo Hezbolá. La medida busca aliviar las profundas consecuencias de la guerra, que desde hace más de un año mantiene en vilo al sur del país.

El ministro libanés de Salud, Firas Abiad, calificó el puente aéreo como "una ayuda vital para aliviar el sufrimiento del pueblo". Según indicó, el gobierno libanés espera la llegada de al menos 10 aviones con suministros durante el mes de octubre, en lo que promete ser un respiro crucial para la población afectada.

Un año de hostilidades y miles de víctimas

El sur del Líbano se ha convertido en un campo de batalla donde las fuerzas israelíes y Hezbolá, respaldado por Irán, llevan adelante cruentos enfrentamientos. No obstante, en las últimas dos semanas, los bombardeos israelíes se han intensificado, con incursiones terrestres que han ampliado la gravedad del conflicto.

De acuerdo con cifras oficiales proporcionadas por el Ministerio de Salud libanés, en el último año se registraron 2.083 muertos y 9.869 heridos como consecuencia directa de los ataques. A estas alarmantes cifras se suman más de 1,2 millones de personas desplazadas, lo que agrava la situación humanitaria en un país de apenas seis millones de habitantes.

Respuesta internacional

El Líbano ha comenzado a recibir apoyo de la comunidad internacional. El mismo martes aterrizó un avión francés con equipo médico, mientras que agencias de la ONU y varios gobiernos árabes han canalizado sus esfuerzos para enviar ayuda al aeropuerto internacional de Beirut, que, pese a los bombardeos cercanos, continúa en funcionamiento.

La ministra catarí subrayó el compromiso de su país en asistir a la población libanesa en estos momentos críticos, destacando la importancia de la cooperación internacional para mitigar el sufrimiento en la región.

Mientras tanto, el conflicto sigue escalando, y la comunidad internacional mira con preocupación los acontecimientos que se desarrollan en el Líbano. Aunque la ayuda externa ha comenzado a llegar, las tensiones en el terreno no cesan, y la crisis humanitaria parece estar lejos de resolverse.