Asia | 27 sep 2024
La crisis en el Líbano
Líbano no dejará que otra administración gobierne el sur del país
El Gobierno libanés anunció en la ONU que desplegará hasta 100.000 soldados en el sur del país para limitar la influencia de Hizbulá y recuperar el control estatal en la región. Con apoyo internacional, el plan busca reducir tensiones con Israel, aunque su implementación enfrenta desafíos por la resistencia de la milicia chií y la presión militar israelí.
Por: Mundo en Conflicto
El Gobierno libanés anunció, este jueves, en la Asamblea General de la ONU comprometerse a desplegar hasta 100.000 soldados en el sur del país, una región controlada por la milicia chií Hizbulá. La medida, anunciada por el ministro de Exteriores Abdala Bou Habib, tiene como objetivo reforzar la autoridad del Estado en una zona que ha estado fuera del control gubernamental durante décadas.
Bou Habib destacó que el propósito de este despliegue es "no permitir otras armas ni otra autoridad que la del Gobierno", en clara referencia a la presencia armada de Hizbulá, que ha ejercido una influencia considerable en el área al sur del río Litani.
Este plan no será posible sin el apoyo internacional. El ministro señaló que la comunidad internacional y varios "países amigos" podrían colaborar proporcionando el equipamiento necesario para llevar adelante esta operación militar. Actualmente, las Fuerzas Armadas Libanesas cuentan con aproximadamente 60.000 efectivos, por lo que un reclutamiento masivo sería esencial para alcanzar la cifra propuesta de 100.000 soldados.
El anuncio llega en un momento crítico, ya que el sur del Líbano ha sido escenario de tensiones crecientes. Israel ha insistido en que la retirada de Hizbulá de la región es un requisito indispensable para detener los bombardeos sobre territorio libanés. Si el Gobierno libanés cumple con lo prometido, podría evitarse una nueva escalada bélica en la frontera.
No obstante, el panorama es complejo. Muchos expertos creen que será difícil que Hizbulá acepte retirarse de la zona, ya que ha sido su bastión principal durante años. La presencia del Ejército libanés en esta área ha sido prácticamente inexistente, lo que refuerza la duda sobre la viabilidad del despliegue prometido.
Por otro lado, Israel, bajo el liderazgo de Benjamin Netanyahu, ha dejado claro que seguirá atacando posiciones de Hizbulá en el sur del Líbano "hasta cumplir con sus objetivos", que incluyen el retorno seguro de los 67.000 israelíes desplazados de la zona fronteriza.
El futuro inmediato de la región es incierto. El despliegue de 100.000 soldados podría cambiar el equilibrio de poder en el sur del Líbano y fortalecer la autoridad del Gobierno, pero el conflicto con Hizbulá y las presiones internacionales, especialmente de Israel, complican la implementación de esta ambiciosa promesa.