Por: Mundo en Conflicto

Desde el inicio de la guerra en Gaza, que ya se extiende por casi un año, la ofensiva israelí contra Hamás ha dejado más de 41.400 muertos, según datos del Ministerio de Salud de Gaza, cifra que la ONU considera confiable. Además de las víctimas fatales, el conflicto ha desencadenado una crisis humanitaria de proporciones históricas y ha provocado un nivel de destrucción sin precedentes en la región.

Imágenes satelitales analizadas por los investigadores Corey Scher y Jamon Van Den Hoek, publicadas el 13 de septiembre de 2024, revelan que el 58,7% de los edificios en Gaza están dañados o destruidos. En términos concretos, esto representa casi 169.000 inmuebles afectados. Los daños más graves ocurrieron en los primeros meses del conflicto, con una intensidad que no se ha visto en otras partes del mundo en los últimos años.

El ataque inicial de Hamás en el sur de Israel, el 7 de octubre de 2023, que causó la muerte de 1.205 personas, en su mayoría civiles, desató una respuesta militar masiva de Israel. Desde entonces, la franja de 365 km², densamente poblada, ha sido bombardeada sistemáticamente. Los bombardeos han causado estragos en las infraestructuras básicas y han dejado un saldo devastador en términos de vidas humanas y daños materiales.

En el norte de la Franja de Gaza, la ciudad homónima, que antes de la guerra albergaba a unos 600.000 habitantes, ha visto el colapso de casi tres cuartas partes de sus edificios (73,9%). En Rafah, una ciudad fronteriza con Egipto, el 46,3% de las construcciones han sido destruidas o gravemente dañadas. Este porcentaje era del 33,9% en abril, antes de que las tropas israelíes intensificaran su ofensiva en mayo.

Amnistía Internacional, por su parte, ha denunciado que en las zonas fronterizas con Israel, la devastación es prácticamente total. La organización estima que, en una franja de 58 km² adyacente a la frontera, más del 90% de los edificios han quedado completamente destruidos o gravemente dañados entre octubre de 2023 y mayo de 2024.

La guerra también ha golpeado duramente al sistema de salud de Gaza. Los hospitales han sido frecuentemente atacados por las fuerzas israelíes, que acusan a Hamás de utilizarlos como centros de mando o refugios. El hospital Al Shifa, el más grande de la Franja, ha sido reducido a escombros, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Al 20 de agosto, solo 16 de los 36 hospitales en Gaza estaban operativos, y solo de manera parcial.

Otro sector severamente afectado ha sido la educación. Las escuelas, muchas de las cuales funcionan como refugios para desplazados, han sido blanco de ataques, en medio de acusaciones de Israel de que Hamás las utiliza para esconder a sus combatientes. Unicef informó que, al 6 de julio, al menos 477 escuelas sufrieron daños, lo que representa casi el 85% del total de centros educativos del territorio. En septiembre, la ONU advirtió que el sistema educativo de Gaza estaba colapsado, con casi el 90% de los edificios escolares dañados o destruidos.

Además, las áreas rurales no han escapado de la destrucción. Según datos satelitales de la ONU, al 27 de agosto, el 68% de la superficie agrícola de Gaza estaba afectada. En el norte de la Franja, el daño asciende al 78%, mientras que en Rafah se sitúa en un 57%. Los sistemas de riego, granjas y maquinaria también han sido gravemente impactados, y la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo estima que entre el 80% y el 96% de los bienes agrícolas fueron diezmados a principios de 2024.

El panorama en las carreteras es igualmente sombrío. El 68% de la red vial ha sido destruido o gravemente afectado, con 1.190 km de caminos completamente inutilizados, 415 km seriamente dañados y 1.440 km con daños moderados, según un informe preliminar de Unosat.

En declaraciones recientes, Antonio Guterres, secretario general de la ONU, expresó: "El nivel de sufrimiento en Gaza es inimaginable. La magnitud de la destrucción y las muertes no tiene igual en todo lo que he visto desde que asumí este cargo".