Por: Mundo en Conflicto

El Ministerio de Salud Pública del Líbano confirmó que el número de fallecidos por la reciente oleada de explosiones en el país asciende a nueve, mientras que más de 300 personas resultaron heridas. Las autoridades señalaron que las operaciones de rescate están casi finalizadas, aunque la situación sigue siendo tensa en varias zonas del país.

La Agencia Nacional de Noticias (ANN) informó que tres personas murieron a causa de una de las explosiones ocurridas en Sahmar, una localidad ubicada en el Valle de la Bekaa, al este del país. Otros incidentes similares se registraron en Maryayoun, Hosh al Ghanam y Tiro, según la misma fuente.

Uno de los episodios más graves tuvo lugar en los suburbios del sur de Beirut, conocidos como Dahye, donde un testigo que prefirió no revelar su identidad relató que una explosión de baja intensidad sacudió un vehículo. Según su testimonio, dos personas a bordo del auto salieron completamente cubiertas de sangre. En esa misma área, otro testigo aseguró que varias viviendas sufrieron incendios y que las fuerzas de seguridad reforzaron la vigilancia, mientras al menos un dron sobrevolaba la zona.

La Cruz Roja libanesa, a través de su cuenta de X, informó que sus equipos están respondiendo a las múltiples explosiones en distintas regiones, incluyendo el sur del país y el Valle de la Bekaa. "Estamos en alerta máxima y listos para intervenir", expresó la organización, que desplegó 30 equipos de ambulancias para atender la emergencia.

Por su parte, el Ejército libanés emitió un breve comunicado en el que pidió a la población que no se agolpe en los lugares donde ocurrieron los incidentes de seguridad, con el fin de facilitar el trabajo de los equipos médicos y de emergencia.

Las zonas afectadas están bajo control del grupo chií Hizbulá, lo que ha generado una creciente preocupación. Hace apenas unos días, una cadena de explosiones similar afectó a miles de buscapersonas en manos de miembros del movimiento, causando la muerte de al menos 12 personas y dejando más de 2.800 heridos. Tanto el Gobierno libanés como Hizbulá atribuyeron ese ataque a Israel.

Todavía no está claro si esta nueva ola de explosiones tiene la misma magnitud que los incidentes anteriores o si se trata de eventos de menor envergadura. Las autoridades continúan investigando las causas y posibles responsables de lo sucedido.