Por: Mundo en Conflicto

El Kremlin ha advertido este martes a las autoridades francesas sobre un posible intento de "intimidación" al fundador de Telegram, Pavel Durov, detenido en París bajo la sospecha de no haber tomado medidas suficientes para prevenir el uso criminal de su plataforma de mensajería.

Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, afirmó que “los cargos presentados son muy graves y requieren pruebas igual de sólidas. De lo contrario, se trataría de un intento directo de restringir la libertad de comunicación (…) e incluso de intimidar directamente al jefe de una gran empresa”.

Durov, un empresario franco-ruso de 39 años que reside en Dubái, fue arrestado el sábado por la noche al aterrizar en el aeropuerto de Le Bourget, procedente de Bakú, la capital de Azerbaiyán. Las acusaciones en su contra giran en torno a la falta de acción para evitar el uso de Telegram, que cuenta con más de 900 millones de usuarios, para fines ilícitos.

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, negó que la detención de Durov sea un acto político, y sostuvo que "tuvo lugar en el marco de una investigación judicial en curso". En tanto, Emiratos Árabes Unidos solicitó acceso consular a Durov el martes.

Telegram, tras la detención de su fundador, emitió un comunicado en el que asegura que la compañía "cumple las leyes de la Unión Europea, incluida la Ley de Servicios Digitales" y calificó de "absurdo" responsabilizar a la plataforma o a su propietario por los abusos cometidos en la misma.

Telegram se ha posicionado como una alternativa a las plataformas de mensajería estadounidenses, destacando por su enfoque en la privacidad y en evitar la explotación comercial de los datos de los usuarios. La plataforma desempeña un rol crucial en el conflicto en Ucrania, donde es utilizada tanto por políticos como por observadores de ambos bandos. Sin embargo, ha sido criticada por albergar contenidos ilegales, como desinformación y material sexual extremo.