viernes 20 de septiembre de 2024 - Edición Nº294

Asia | 17 ago 2024

Crisis en el Medio Oriente

Un ataque israelí mato a 10 personas sirias en el Líbano

Familiares de diez sirios muertos en un bombardeo israelí se despidieron en el hospital Sheikh Ragheb, en Líbano. El ataque, que impactó una fábrica en Nabatieh, es uno de los más mortales desde que Hezbolá abrió un frente con Israel el 8 de octubre en apoyo a Hamás.


TAGS: ISRAEL, LíBANO, SIRIA

Por: Mundo en Conflicto

El sábado, el hospital Sheikh Ragheb se convirtió en un escenario de dolor y despedidas. Familiares de diez sirios que murieron en un bombardeo israelí llegaron al hospital para despedirse entre lágrimas de sus seres queridos. Estos individuos habían huido de la guerra en Siria, solo para encontrar la tragedia en Líbano.

El ataque aéreo israelí, que impactó un edificio en la zona de Wadi al Kafur, en Nabatieh, resultó en la muerte de diez personas, entre ellas una madre y sus dos hijos, según el Ministerio de Salud libanés. Este bombardeo es uno de los más mortales desde que Hezbolá, el movimiento chiita libanés, abrió un nuevo frente con Israel el 8 de octubre, en apoyo a su aliado Hamás en la Franja de Gaza.

Las Fuerzas de Defensa de Israel afirmaron que el objetivo del ataque era un “depósito de armas de Hezbolá” cerca de la frontera. Sin embargo, en el hospital, la indignación y el dolor de los familiares de las víctimas contrastaban con esta versión oficial. Las mujeres, vestidas de negro, lloraban inconsolables mientras relataban las pérdidas.

Hussein Al Hussein, quien perdió a dos hijos de su hermana y tiene otros familiares en cuidados intensivos, expresó su rabia: “Eran jóvenes trabajadores y la fuerza aérea israelí los tomó como blancos”. La tragedia se agravó con la muerte de los afectados mientras dormían.

Desde el comienzo de la guerra en Gaza el 7 de octubre, después de un ataque de Hamás en Israel, los intercambios de disparos entre Hezbolá y el ejército israelí se han vuelto casi diarios. La violencia se intensificó aún más tras la muerte del jefe militar de Hezbolá en un bombardeo israelí cerca de Beirut a finales de julio.

El ataque del sábado, según la Agencia Nacional de Noticias de Líbano (ANI), impactó una “fábrica de bloques de concreto” en una zona industrial. Las víctimas eran refugiados y empleados sirios, que nada tenían que ver con el conflicto. Omar Al Shahud, un trabajador que perdió a seis familiares, comentó: “No tenían nada que ver con la guerra, vinieron aquí para ganarse la vida”.

En el hospital, la escena era desgarradora. Un grupo de personas lloraba la pérdida de cuatro miembros de una familia: un hombre, su esposa y sus dos hijos, cuyas cuerpos estaban envueltos en sábanas rojas adornadas con flores.

Líbano alberga una gran comunidad siria, compuesta principalmente por refugiados y trabajadores en los sectores agrícola y de la construcción. Desde el 8 de octubre, la violencia entre Israel y Hezbolá ha causado al menos 580 muertes en Líbano, en su mayoría combatientes chiitas, aunque también se incluyen al menos 128 civiles, según la AFP. En Israel y en los Altos del Golán, ocupados por Israel, han muerto 22 militares y 26 civiles, según las autoridades israelíes.

En el sitio del bombardeo, solo quedaron escombros, trozos de metal y ropa destrozada. Frente a la fábrica, su propietario, Hussein Tahmaz, insistió en que el lugar era “100% civil”. “Aquí solíamos aparcar y cargar nuestras mercancías”, dijo, señalando los restos de un camión rojo.

El edificio bombardeado era el anexo de una nave industrial de dos plantas donde vivían el conserje, su familia y varios trabajadores, explicó el alcalde Khodr Saad. “¿Qué hicieron esos niños para merecer esto? Huyeron de su país para escapar de la muerte, y fue aquí donde la encontraron”.

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