Por: Mundo en Conflicto

El ejército israelí informó que Fuad Shukr, el comandante de mayor rango de Hezbollah, murió en un ataque aéreo llevado a cabo en Beirut el martes. Este ataque se realizó como represalia por un incidente reciente en el que un ataque con cohetes transfronterizo, atribuido por Israel a Hezbollah, dejó 12 jóvenes muertos hace tres días. Testigos en Beirut reportaron una fuerte explosión seguida de una columna de humo que se elevó sobre los suburbios del sur de la ciudad alrededor de las 7:40 p.m.

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aseguró que el ataque tenía como objetivo a Shukr, a quien acusó de tener “la sangre de muchos israelíes en sus manos.” Gallant enfatizó que el ataque demuestra que el precio de la sangre israelí es alto y que las fuerzas israelíes tienen la capacidad de alcanzar cualquier objetivo.

Hezbollah no ha emitido una respuesta inmediata al ataque, pero ha negado cualquier implicación en el ataque con cohetes que resultó en la muerte de los 12 jóvenes en Majdal Shams el sábado pasado. Una fuente de seguridad regional confirmó que Shukr había fallecido a causa de las heridas sufridas en el ataque.

El ejército israelí detalló que Shukr era el asistente principal del secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y el principal responsable del ataque del sábado. El bombardeo también resultó en la muerte de tres civiles, incluidos dos niños, y dejó 74 personas heridas, según informes médicos y de seguridad.

El canal de televisión libanés Al Manar TV citó al Ministerio de Salud libanés, que reportó 74 heridos y tres muertos en el ataque cerca del Consejo Shura de Hezbollah en Haret Hreik. Imágenes de la escena mostraron un edificio de varios pisos en el suburbio sur con una esquina superior dañada y restos carbonizados en las calles, donde una multitud se reunió para mostrar apoyo al líder de Hezbolá.

Hezbollah ha negado estar detrás del ataque a los Altos del Golán, pero ha confirmado haber disparado cohetes contra un objetivo militar en la región. La muerte de los jóvenes en el ataque del sábado ha provocado una intensa diplomacia internacional para evitar una escalada mayor en Oriente Medio.

Jeanine Hennis-Plasschaert, Coordinadora Especial de la ONU, ha pedido calma y ha exhortado a Israel y al Líbano a buscar soluciones diplomáticas, subrayando que no existe una solución militar para la crisis.

El ataque en Beirut ha sido ampliamente condenado por funcionarios libaneses y aliados regionales de Hezbollah, incluidos Hamás, los Hutíes en Yemen, Siria e Irán. La Casa Blanca, que también atribuyó el ataque del sábado a Hezbollah, reiteró su compromiso con la seguridad de Israel frente a amenazas respaldadas por Irán e indicó que está trabajando en una solución diplomática.

El ejército israelí no ha emitido nuevas instrucciones para la defensa civil, lo que sugiere que no planea nuevos ataques inmediatos. Según informes de medios israelíes, el ataque a Beirut podría ser considerado la respuesta final al ataque a los Altos del Golán, dependiendo de la reacción de Hezbollah. Durante el día, se lanzaron unos 25 cohetes desde el sur del Líbano hacia el norte de Israel, resultando en la muerte de un hombre en un kibutz.

El ministro de Asuntos Exteriores libanés, Abdallah Bou Habib, condenó el ataque israelí y planea presentar una queja ante la ONU, esperando que la respuesta de Hezbollah no provoque una mayor escalada. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, expresó su preocupación por la posibilidad de una escalada, aunque no considera inevitable una confrontación entre Hezbollah e Israel.

Desde el estallido de la guerra en Gaza en octubre, Hezbollah e Israel han intercambiado disparos, aunque ambos han indicado previamente que no buscan una confrontación más amplia. Sin embargo, el conflicto ha generado preocupaciones sobre el riesgo de una escalada significativa.