Por: Mundo en Conflicto

El gobierno de Bolivia anunció este jueves la captura de 17 militares y civiles acusados de participar en el fallido golpe de Estado contra el presidente Luis Arce.

Quince de los detenidos fueron presentados esposados, con chalecos antibalas y bajo estricta vigilancia policial. Entre ellos, destacan el general Juan José Zúñiga y el vicealmirante Juan Arnez, excomandantes del Ejército y la Armada respectivamente, quienes fueron arrestados el miércoles tras el asedio de tropas y tanques a la casa de gobierno.

El presidente Arce negó rotundamente haber conspirado con Zúñiga para llevar a cabo un “autogolpe” destinado a aumentar su popularidad, como afirmó el oficial al ser detenido. “Él alega que yo le habría dado instrucciones para ganar un poco de popularidad. Lamentablemente para él, y se ha demostrado, que yo no soy un político que se gane la popularidad con la sangre del pueblo”, declaró Arce.

Zúñiga y Arnez enfrentan cargos que podrían acarrearles hasta 20 años de prisión por terrorismo y rebelión armada, según informó la fiscalía. “Esto se habría planeado desde mayo pasado”, señaló en conferencia de prensa el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.

La policía boliviana, que este jueves reforzó la seguridad en el palacio presidencial, sigue buscando a otros tres sospechosos. Antes de encabezar la conspiración, Zúñiga iba a ser destituido por violar normas y emitir opiniones políticas, según confirmó Arce. Esta semana, Zúñiga había amenazado con arrestar al expresidente Evo Morales, rival de Arce aunque del mismo partido, si insistía en buscar la presidencia en 2025.

Momentos de tensión

El miércoles, un tanque intentó derribar una de las puertas del palacio presidencial, donde Arce se encontraba reunido con su gabinete. El presidente enfrentó personalmente al general cuando este entró por esa misma puerta y le ordenó regresar a los cuarteles, según un video difundido por la presidencia. Zúñiga se negó, pero abandonó el palacio minutos después.

La rebelión dejó 14 civiles heridos por balines, según un recuento actualizado. Anteriormente, el gobierno había reportado 12 lesionados. Varios de los heridos fueron “intervenidos quirúrgicamente”, informó Arce.

Fortalecido por el apoyo de sus seguidores y de la comunidad internacional, Arce logró superar el intento de golpe cuando le resta poco más de un año para completar su mandato. Sin embargo, "que no haya tenido éxito el golpe no significa que se haya resuelto la situación en Bolivia; al contrario, esto fue un síntoma de un descontento muy importante que existe entre sectores amplios", comentó Gustavo Flores-Macías, de la Universidad Cornell.

Bolivia enfrenta una crisis económica debido a la caída de ingresos por la baja producción de gas, su principal fuente de divisas hasta 2023, y la falta de inversiones y exploración. Esto ha llevado a reducir las importaciones de combustible y ha causado escasez de dólares, desencadenando protestas de comerciantes y transportistas.

En medio de la pugna entre Arce y su mentor político, el expresidente Evo Morales, ambos disputan la candidatura del Movimiento Al Socialismo para las elecciones presidenciales de 2025. Morales, inhabilitado por la corte constitucional para ser candidato, acusa a Arce de maniobrar para sacarlo de la contienda.

Este jueves, Arce reveló que, pese a las “diferencias”, alertó a Morales del golpe en curso en una llamada “muy breve”, para que “tome precauciones”. Tras la frustrada revuelta, Arce parece "mejor posicionado" que Morales, según Carlos Cordero, académico de la Universidad Católica Boliviana, al mostrar su capacidad para enfrentar a los militares y restablecer la paz social.