Por: Mundo en Conflicto

El Estado español ha alcanzado su objetivo de adquirir una participación del 10% en Telefónica, en respuesta a la reciente entrada del grupo semipúblico saudita Saudi Telecom Company (STC) en el capital del gigante de las telecomunicaciones. La operación fue anunciada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) este lunes.

En un comunicado, la SEPI informó que su "participación en el capital social de Telefónica ha alcanzado el 10%". Además, señaló que esta información ya ha sido comunicada al organismo de control bursátil español, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La SEPI destacó que esta inversión estatal tiene "vocación de permanencia" y que busca aportar una "mayor estabilidad accionarial a la compañía para la consecución de sus objetivos", así como contribuir a la "protección de las capacidades estratégicas" de Telefónica, una empresa clave en el sector de las telecomunicaciones.

El gobierno del primer ministro Pedro Sánchez justificó a finales del año pasado su decisión de reincorporar al Estado en el capital de Telefónica, subrayando la importancia de las actividades de la empresa para "la seguridad y la defensa" del país. Esta medida se produjo tras la sorprendente adquisición del 9,9% de Telefónica por parte de STC en septiembre, una noticia que tomó desprevenido al gobierno español.

El ejecutivo de Sánchez argumentó que esta decisión "va en línea" con las políticas de otros países europeos como Alemania, Italia y Francia, donde el Estado mantiene participaciones minoritarias en las principales empresas de telecomunicaciones.

Telefónica, que opera en doce países, incluidos nueve en América Latina, fue completamente privatizada en 1997. Sin embargo, la creciente competencia en el mercado español, donde Orange y MásMóvil están en proceso de fusionar sus actividades para crear el segundo grupo de telecomunicaciones del país, ha llevado al gobierno a tomar medidas para asegurar la estabilidad y el control estratégico de la empresa.

Hace dos semanas, Telefónica anunció un incremento del 79% en sus beneficios durante el primer trimestre del año, impulsado por sólidos resultados comerciales, especialmente en España. Este notable crecimiento se produjo en un entorno de intensa competencia en el mercado local, lo que subraya la importancia de la reciente adquisición estatal para mantener la influencia y estabilidad de la compañía en el sector.