Por: Mundo en Conflicto

El ministro del Interior, Sutaj Estok, ha prometido una investigación minuciosa y rápida para esclarecer los detalles del ataque a balazos al Primer Ministro, Robert Fico, mientras insta a la responsabilidad de la clase política y los líderes de opinión.

El trágico suceso ha sido calificado por Estok como el peor día en los 31 años de historia democrática del país. Por primera vez, la expresión política se ha manifestado a través de la violencia en las calles, con el objetivo de eliminar físicamente a un oponente político en lugar de debatir en las urnas.

Las tensiones políticas se intensificaron aún más cuando el vicepresidente del Parlamento eslovaco, Lubos Blaha, suspendió una sesión parlamentaria prevista y culpó a la oposición por la situación. Esta acusación desencadenó una fuerte reacción por parte de los diputados opositores, que consideraron a Blaha un aliado cercano al ex primer ministro Fico.

Mientras tanto, la oposición había convocado manifestaciones para protestar contra el cierre de la radiotelevisión pública, pero tras el atentado, decidieron suspenderlas.

El ministro del Interior ha advertido sobre la propagación del odio y anunció medidas reforzadas de seguridad para proteger tanto a la oposición como a los funcionarios gubernamentales y los medios de comunicación.

El motivo político detrás del ataque ha sido señalado por el ministro, lo que plantea preocupaciones sobre la estabilidad política en el país. La veracidad de un vídeo en redes sociales que implicaba este motivo no ha sido confirmada, pero su impacto en el panorama político es evidente.

Este trágico evento no solo ha sacudido a Eslovaquia, sino que también ha generado preocupación en la comunidad internacional sobre el estado de la democracia en la región. Las próximas semanas serán decisivas para determinar el curso político y social del país.