Por: Mundo en Conflicto

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, anunció que las tropas rusas continuarán estacionadas en las fronteras de Armenia con Irán y Turquía, atendiendo a una petición expresa del gobierno armenio. Esta medida fue confirmada tras un acuerdo entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, sobre la retirada de fuerzas militares y guardias fronterizos rusos de algunas regiones armenias.

La persistencia del despliegue militar ruso en estas fronteras cobra relevancia en el contexto de los conflictos históricos entre Armenia y Azerbaiyán, particularmente en relación con Nagorno Karabaj, un territorio de mayoría armenia que se separó de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán en 1988, desencadenando dos guerras entre ambas naciones.

En septiembre de 2023, Azerbaiyán lanzó una operación militar que resultó en la desmovilización de las milicias armenias en Nagorno Karabaj y, finalmente, en la disolución de esta república rebelde a partir del 1 de enero de 2024.

El reciente comunicado conjunto entre Bakú y Ereván, emitido el pasado 7 de diciembre, sugiere una oportunidad histórica para la paz en el sur del Cáucaso. Ambos países expresaron su compromiso de normalizar relaciones y alcanzar un tratado de paz que respete los principios de soberanía e integridad territorial.

Mientras tanto, en abril de este año, las fuerzas de paz rusas iniciaron su retirada de Nagorno Karabaj, señalando un cambio en el panorama militar de la región.